Hoy presentamos dos vocablos de gran sonoridad lingüística: el zapalastrón y el tronlirón.
De entre los diccionarios de fabla aragonesa que circulan por la red, hemos encontrado uno en el que aparecen estos dos términos. El Bocabulario d'o Semontano de Balbastro (de Salas Altas y a redolada) incluye al zapalastrón (y su sinónimo zapalastroso) definiéndolo como "persona descuidada y torpe". Desde luego no es palabra exclusiva del Somontano, pues en Tormos esta palabra se ha empleado en su día con asiduidad.
Con respecto a la misma palabra, en Edacar (Edizions Dichitals de l'Academia de l'Aragonés) encontramos que se considera al zapalastrón como a un "adefesio". Por último, en el diccionario que aparece en la página de Almudévar saputo.es, el zapalastrón es una "persona sucia y desordenada".
Creo que con estas tres descripciones queda claro lo que es un zapalastrón: un adefesio descuidado, sucio, desordenado y torpe. Una joya, vamos.
Pasemos a otra alhaja: el tronlirón. En el mismo diccionario del Somontano, tronlironiar es "hacer el alocado, perder el tiempo con cosas poco serias y sin sustancia". Complementando esta definición, el blog Mal de Lenguas considera al tronlirón como una "persona alocada, boba y simple", misma definición que en el Dizionario Aragonés de las Comarcas de la Alta Zaragoza. Aquí no hay dudas y la coincidencia es unánime.
En Tormos, hasta para insultar se tiene chispa e ingenio.
Cocina-tipo de un zapalastrón |
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