Restauración de Nuestra Señora de los Agudos

Han sido más de cuatro años de trabajo, pero quienes han participado en la restauración de la ermita de Nuestra Señora de los Agudos, en Alcalá de Gurrea, aseguran que el esfuerzo, tiempo e inversión dedicados han merecido la pena.

Así lo confirma la arquitecta que se ha ocupado de dirigir el proyecto, Marta Ferraz, sorprendida por la cantidad de hallazgos que les ha deparado este trabajo.

Construida entre los siglos XII y XIII, la ermita de Nuestra Señora de los Agudos se localiza al norte del municipio que la alberga, sobre la cumbre de una colina, lo que le proporciona “un entorno único y unas vistas espectaculares tanto del embalse de Tormos como de los propios Pirineos”, destaca Ferraz.

Su estilo responde a la arquitectura desarrollada por las órdenes militares de la época, una característica que, a tenor de lo descubierto durante el proceso de restauración, iría más allá. Ese descubrimiento ha sido algo “bastante peculiar, una pequeña terraza defensiva” que vendría a demostrar un origen distinto de este emplazamiento alejado del fin religioso al que se encomendó después.

Ferraz también destacó la presencia de diferentes marcas en las paredes de la ermita y se mostró sorprendida por “el hallazgo de unos restos humanos en la última fase de la restauración”.

Estos, que se encuentran en el Museo Provincial para su análisis, podrían ser de una época más o menos reciente, añadió la arquitecta, que recordó que este emplazamiento, “en estado de abandono total” durante los últimos años, “también sirvió de refugio para pastores durante un tiempo”.

La Guerra Civil volvió a convertirlo en un lugar necesario para quienes urgían esconderse, y aunque actualmente no tiene atribuida ninguna celebración, lo cierto es que su valía artística y patrimonial han merecido el esfuerzo de dedicar los 140.000 euros que ha recibido el templo en concepto del 1 por ciento cultural.

Fuente: Diario del AltoAragón. 5 de febrero de 2012