Ortilla

Vista de Ortilla, con Guara al fondo. Foto: Jorge A. Pousa

Ortilla es un pueblo de La Hoya de Huesca que forma municipio con Lupiñén. Está situado a 467 metros de altitud, y a una distancia de 10 kilómetros de Tormos y 24 de Huesca. El entorno sigue siendo llano, como en Tormos, pero al norte ya se pueden ver las cumbres serranas presididas por el pico de Gratal.

Saliendo de Tormos por carretera, y muy poco después de pasar el desvío a Montmesa, el viajero avista ya el caserío de Ortilla, con su trazado urbano sobre la llanura, de calles anchas y rectas en su mayoría, y sus pequeñas plazuelas. El conjunto está presidido por una cruz de término que se alza en uno de los caminos de acceso al pueblo, cercano a los restos de una villa romana en las proximidades de la finca "La Mezquita", existiendo, hacia el oeste, interesantes bodegas excavadas en la ladera del barranco. En Ortilla encontramos de interés histórico-artístico la iglesia de San Gil Abad, de origen románico, y la ermita de Nuestra Señora de la Garganta.

Iglesia de San Gil Abad. Foto: Asenvi

La primera mención del lugar se remonta al año 1099, en que el rey aragonés Pedro I donó su iglesia al monasterio de Montearagón; y más tarde, en 1118, su nombre aparece en documentos de la Catedral de Huesca. En 1857, Ortilla tenía 347 habitantes, su máximo histórico conocido. En 1970 tenía 141 habitantes, y en 2004, 48. Formó Ayuntamiento con Montmesa hasta 1970-1980, en que se unió a Lupiñén para formar el nuevo Ayuntamiento de Lupiñén-Ortilla, con capitalidad en Lupiñén.

Ortilla se muestra mejorado en su aspecto urbano; sus anchas calles permanecen limpias a pesar de la profusión de obras de rehabilitación de algunas casas que, con mucha probabilidad, están destinadas a ser ocupadas durante los veranos y los fines de semana. Realmente, la tranquilidad que se respira, invita al reposo. Lo que más llama la atención del lugar quizá sean la amplia plaza del frontón, frente a la portada de la iglesia parroquial, o ese minúsculo y recoleto parquecito con tobogán y columpios para los más pequeños.

Frontón del siglo XVII. Foto: Asenvi

Fuentes: http://articulos.altoaragon.org/ y Diario del Alto Aragón.