16/7/14

Bomba "made in USA" sobre el cámping de La Sotonera

Se desprendió de un avión que efectuaba ejercicios de tiro en el polígono de Las Bardenas. 
Era de carga inerte, pero el susto fue mayúsculo.

Noticia de portada del diario Nueva España de Huesca, el jueves 3 de mayo de 1979

HUESCA (De nuestro enviado especial. - LORENZO CELADA)

Después de todo pudieron haber sido fatales las consecuencias del suceso del pasado día primero en el cámping de La Sotonera, sito en las inmediaciones del embalse del mismo nombre. El tema traerá cola... y pondrá sobre el tapete la conveniencia de estudiar el tema del vuelo de aviones superarmados sobre determinadas área de nuestra geografía aragonesa.
 
El pasado día primero de mayo, como es costumbre, gran número de zaragozanos se desplazaron hacia el cámping de La Sotonera, donde se pueden contemplar a díario gran número de caravanas y tiendas de campaña para ser ocupados por sus dueños en las fechas festivas. Una suave rampa conduce hacia el embarcadero y en medio del pantano, hoy con agua abundante, se perciben embarcaciones ancladas, boyas y cuanto componen el semáforo de los deportes náuticos. 

En su mayoría los socios de este club son de la ciudad hermana y de cara al buen tiempo, la concentración registra índices crecientes. Con periodicidad se ven por aquellas latitudes los vuelos a grandes alturas de aviones amenguados en sus dimensiones por la enorme distancia. Pasan una y otra vez, repasan y a veces las estelas espumosas de sus motores trazan arabescos en el firmamento.

A LA HORA DE LA COMIDA
Las dos y media de la tarde. Las mesas han sido desplegadas, los platos colocados y todo el mundo dispuesto a comer. Las caravanas formadas en perfectas filas y en medio de la natural alegría familiar por el buen tiempo reinante, nadie espera nada fuera de lo corriente. Los aviones vuelan y uno o algunos lo hacen de forma rasante hasta el punto de que a algún chistoso se le ocurre decir: 
- ¡Por poco se me lleva la pizca de la mano!

LA BOMBA ERA DE CARGA INERTE, IMPOSIBLE DE EXPLOTAR
Según fuentes fidedignas, la bomba desprendida del avión de la Base Aérea de Zaragoza, uno de los que practicaban ejercicios en el campo de tiro, no era peligrosa. He aquí sus razones: 
 “Pesaba entre 11 y 15 kgs. Su carga era inerte y por tanto inocua. Nunca hubiera podido explotar. ¡Eso sí! Si le hubiera caído a uno en la cabeza, ¡se lo pueden figurar! Y si hubiera ido a tropezar con un coche, pues pueden imaginárselo. La hondura del hoyo o zanja que dejó y que ha sido objeto de diversos cálculos -unos dicen que tres y otros que dos metros- ha quedado comprobado que era de 1,20 mts. aproximadamente. Cayó oblicuamente y se quedó enclada”.
Tras las preliminares, eficacísimas y rápidas medidas de seguridad adoptadas como es su norma por la Benemérita y advertidas las autoridades correspondientes de la Base Aérea de Zaragoza, se pensó en si habría posibilidad de recogerla en las horas nocturnas. Como no revestía peligro por lo dicho anteriormente, se dejó al arbitrio de artificieros que, según nos han dicho y que anotamos con posibilidad de rectificar, lo hicieron en la mañana de ayer. 

Punto final. Pero sobre las consecuencias y derivaciones de este simple hecho, se hablará y se escribirá mucho. Ya lo veremos. Se barajarán conjeturas, se aventurarán posibles y problemáticos sucesos si, por algún azar, una de esas bombas fuese explosiva y cayese sobre zonas pobladas. Cuestión espinosa en la que la fórmula medida del más vale prevenir que curar es un hecho. Por ser cuestión ajena a nuestra capacidad, que las derivaciones de ente hecho las analicen y adopten las decisiones las autoridades competentes. 

PARECÍA UN MISIL 
Nos cuentan que el artefacto había salido como disparado a gran velocidad del avión, un “Phantom” y llevaba una dirección al contrario de aquellas bombas de miles de kgs. que caían a plomo sobre donde fuera. 
- Entonces ¿no era una bomba?
- Una bomba al estilo que entendemos no. Parecía un misil y no tenía gran tamaño ni gran peso o no debía tenerlo, pues ¡yo no la he pesado! 
El complejo armatoste cayó en la orilla de una fila de caravanes -según nos han dicho- produciendo rapidísimas reacciones. Al ver que no estaballa empezó a renacer, con muchas precauciones, la calma... y poco a poco a los ademanes de pánico sucedieron los suspiros de alivio. ¡No había pasado nada, por fortuna!

UNAS QUINIENTAS PERSONAS EN EL CÁMPING 
En el cámping se encontraban unas quinientas personas de unas sesenta familias. Digamos que hubo algunas que por hallarse dentro de sus vehículos no se apercibieron hasta pasado el sobresalto. Avisada inmediatamente la Guardia Civil, se procedió a aislar la zona donde estaba la bomba, procediéndose con ayuda de algunos de los campistas a acotar la zanja y sus contornos.

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